Los procesos de toma de decisiones desequilibrados, la falta de alcance de la planificación y un desarrollo impulsado por el mercado liderado por intereses de alto poder han dado forma a la emergente Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) con una creciente fragmentación espacial y segregación social. Para contrarrestar la problemática se propone un marco de planificación adaptativo que vincule la morfología urbana, las capacidades de gobernanza y los sistemas socio-ecológicos como una forma de abordar las áreas vulnerables de la metrópoli desde una perspectiva local buscando un proceso colaborativo y evolutivo. En el territorio se definen varias áreas con potencial para convertirse en sub-centros urbanos, lugares estratégicos donde el desarrollo endógeno es posible creando oportunidades capaces de superar la segregación y fragmentación mediante el fortalecimiento de las actividades económicas y comunitarias. La investigación reconoce cinco principios fundamentales (metas sistémicas) que a través de acciones espaciales que actúan en un nivel multidimensional (escala, tiempo y actores) enfatizan las capacidades de adaptación incrustadas en los lugares seleccionados. De igual manera, los potenciales de conexión y activación estudiados desde una perspectiva “bottom-up” se revelan a través de la exploración por diseño implementando una construcción de escenarios partiendo de dos niveles de participación entre los actores interesados (alto y bajo) y una fase de evaluación adicional a través de vías que informan las posibilidades y limitaciones de la estrategias tomadas durante el proceso evolutivo. Esta investigación permite concluir que los intereses y su alineación con los diferentes actores, las capacidades locales y la operatividad de las acciones realizadas son directamente proporcionales a las capacidades de transformación y la efectividad de las metas propuestas por el marco adaptativo.