Casa Novara se ubica en un predio de forma regular dentro de una privada al Norte de la ciudad de Mérida, Yucatán.

El objetivo principal del diseño consistía en lograr un espacio íntimo y dinámico para una pareja joven con dos hijos pequeños, donde pudieran interactuar fluidamente en su interior y que a la vez permita un ambiente introspectivo y aislado del exterior.

Otra de las intenciones del proyecto buscaba que los principales espacios de la casa tuvieran conexión directa con el exterior, por eso los jardines y espacios exteriores jugaron un papel muy importante en el desarrollo del diseño que finalmente funcionaron como elementos de transición que aportan opciones multifuncionales con solamente abrir y cerrar espacios, controlando también la privacidad y conexiones de acuerdo a las necesidades que se presenten.

Basándonos en el estilo de vida y las costumbres de la familia se le dio gran importancia a la cocina, ya que para ellos este espacio suele convertirse en el punto de encuentro y convivencia donde acostumbran interactuar, pasar gran parte del día, e incluso en algunas ocasiones recibir visitas.

Por lo cual, la cocina se convirtió en el punto central y generador del proyecto, funcionando también como área de estar y punto de distribución a todos los espacios de la casa. Se generó un espacio a doble altura que además de aportarle mayor iluminación natural y sensación de frescura, se logró una comunicación directa con la planta alta a través de un mezanine, el cual funciona a su vez como estudio y área vestibular a las recámaras.

Al ingresar a la casa, primero se atraviesa un jardín que amortigua el ruido exterior y marca la transición entre lo público y privado, el exterior y el interior. Inmediatamente, se descubre un amplio jardín privado hacia el cual están orientados todos los espacios y donde se concentran las visuales y actividades de la familia. El área de terraza, bar y piscina se propuso de tal manera que, en caso de realizar alguna reunión, los invitados pudieran acceder sin necesidad de ingresar al interior de la casa.

Debido a que el clima es intensamente caluroso en ciertas épocas del año, era muy importante controlar la incidencia de calor, por lo tanto, se recurrió a métodos pasivos de enfriamiento como la utilización de muros y losas con poliestireno en su interior que funcionaran a manera de aislante térmico, proporcionar espacios de sombra que ayuden a enfriar los vientos que llegan al interior de la casa, conservar los árboles y vegetación existente en el terreno para contrarrestar la incidencia solar y emplear colores claros que reflejan y repelen la radiación.

Se emplearon materiales austeros y aparentes de mínimo mantenimiento como el concreto pulido en muros y recubrimientos de piedra en algunos detalles de muros interiores. El área del lavado y tendido se ubicó en la planta alta ya que por solicitud de los clientes debía estar cerca de las recámaras y así mismo aprovechar el espacio de restricción sobre el estacionamiento.