Descripción del proyecto

Conservación y restauración de la casa del arquitecto Antonio Rivas Mercado

El Dr. Gabriel Mérigo Basurto, querido maestro de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, es quien ha llevado a cabo la restauración de la casa del arquitecto Antonio Rivas Mercado, ubicada en la calle de Héroes número 45, colonia Guerrero, en la Ciudad de México. Esa obra lo ha ocupado por ya más de quince años y, en ese lapso, él ha logrado recopilar muchísima información útil para su propósito principal: volver a poner en valor un inmueble que por sus diversas cualidades forma parte indudable del patrimonio de todos los capitalinos.

Pero este libro no es sólo la memoria de la recuperación de un edificio. Es en primer lugar, el testimonio de la virtuosa mancuerna entre una promotora cultural comprometida con una causa, Ana Lilia Cepeda, y un arquitecto enamorado de su profesión. Lo anterior los llevó a la segunda característica que define a este libro. Ambos han estado durante años dispuestos a invertir muchas horas de su tiempo en hacer los diagnósticos de los daños de esa finca, formalizar un proyecto ejecutivo, volver a darle estabilidad a una propiedad varias veces desahuciada, reconstruir amorosamente una serie de tapetes cerámicos, redescubrir por algunos vestigios la ubicación de los destinos y usos originales de cada espacio, llevar a cabo largas tramitologías burocráticas y de gestión financiera para hacer sustentable su sueño, así como contratar y supervisar trabajos de diseño estructural, albañilería, carpintería, cantería y un largo etcétera. En ese trayecto, esta prodigiosa asociación, de cliente y arquitecto, llevó al último a leer, investigar, descubrir y deducir una enorme masa de datos e información con la que recreó la vida del artífice de esta portentosa mansión y de su morada para, sólo en seguida, analizar con detalle la singular casa del arquitecto Rivas Mercado.

Es un libro pues, que combina la historia bien documentada, con la utilización de gráficos, un diseño pulcro y una producción digna, sin ser dispendiosa. Todo ello acompañado de la escritura de una serie de interesantes explicaciones y la memoria de lo realizado a lo largo de más de una década y media para, valga la pena la redundancia, volver a poner en valor un trozo del patrimonio de todos los capitalinos.