Descripción del proyecto

Ubicado en Telchac Puerto, Yucatán y colindando al norte de manera directa con la playa y el mar, este edificio de 46 viviendas parte su diseño del análisis de las características únicas de su entorno, buscando una integración armoniosa y el aprovechamiento al máximo de la belleza del contexto.

Las diversas exploraciones sugieren un gran volumen que escalona suavemente sus 5 niveles en ambas fachadas, de manera transversal y longitudinal, y alude así a una gran duna, que al replegarse genera una sensual silueta que integra lo construido y lo natural de manera orgánica, creando una relación íntima y original con los paisajes únicos de la costa yucateca.

El escalonamiento de todas las unidades genera al norte terrazas con piscinas que dirigen, sin interrupciones, la mirada del usuario al cielo y al mar. Al sur, un escalonamiento sutil, genera fachadas que integran el paisaje de la laguna y protegen con volados del asoleamiento. Lo anterior incrementa el disfrute y aprovechamiento de las extraordinarias vistas panorámicas, cuyas noches estrelladas, debido a la baja contaminación lumínica, brillan con una fuerza única en Telchac.

Ambas fachadas fueron cuidadosamente diseñadas para crear una riqueza visual a través de las texturas generadas por la luz y sombra, enunciando elocuentemente la configuración volumétrica del edificio.

El esquema del proyecto está compuesto por 4 módulos verticales de departamentos, disfrutando todos en igualdad de condiciones del mar al norte y la laguna al sur. Lo anterior se logra ubicando de manera estratégica las circulaciones verticales, las cuales desembocan directamente al interior de los departamentos, reduciendo circulaciones horizontales y evitando que se interrumpan las vistas al exterior.

El escalonamiento del proyecto se topó con la complejidad que supone la disminución de superficie habitable en los niveles superiores. La solución planteó el diseño de unidades diversas, en tamaño y configuración, que ofrecieran al complejo variedad y a su vez resolvieran el inconveniente de la reducción de espacio. Para ello, se ubicaron estratégicamente en la planta baja y el nivel 4 departamentos de dos niveles. El resto del complejo se compone de unidades de una planta. El diseño, fue cuidadoso al evitar el sobredimensionamiento o la falta de espacio, generando interiores agradables para el goce del usuario.

La estructura se plantea con muros cargadores, cuyos ejes han de conservarse en todos los niveles, a pesar de la variedad en esquema de las unidades diseñadas. La estructura horizontal se concibe con un sistema de losas de vigueta y bovedilla. Lo anterior permitió un costo razonable, sin sacrificar la peculiar y rica configuración volumétrica del proyecto.

Los acabados del proyecto buscan la calidez de los materiales sencillos y honestos. En muros y plafones se utilizó pintura blanca. En los pisos de las terrazas chukum y pisos naturales para el interior.

El proyecto funge como articulador del contexto, es sensible a su entorno inmediato y genera experiencias espaciales que permiten un extraordinario goce e íntima relación visual con el espacio exterior natural.