DESCRIPCIÓN GENERAL
Restaurant “Caprichito” Ubicado en la Isla Musala, construido en un terreno con una superficie de 729.53 m2 y un área construida de 584.50 m2 a la orilla del Rio Humaya en la ciudad de Culiacán Sinaloa; tiene una capacidad para 235 comensales y 80 en privado de usos múltiples.
Se concibe a partir de la necesidad de construir la tercera sucursal y que este estuviera ubicado en un sitio el cual pudiera ofrecer un espacio donde no solamente el usuario pudiera degustar de la amplia carta que ofrece su cocina sino que también vivan una experiencia única de un espacio destinado al disfrute de un ambiente íntimo, acogedor y en contacto directo con la naturaleza con un paisaje único en la ciudad, creando espacios abiertos integrados basándonos en las condiciones climáticas de la región para el diseño eficiente de la edificación.
El edificio está compuesto por diferentes zonas que desde su acceso cubico estructurado en cajón acristalado, nos recibe con un techo bajo y al pasar por esta se siente la transición dándonos esa amplitud con la doble altura de su estructura principal aparente, logrando desde ahí una amplia visibilidad hacia el exterior y los demás espacios con una serie de remates visuales en todos los planos x y z, logrando con esto la integración y conexión de las diferentes áreas tanto interiores y exteriores.

ANATOMÍA DEL PROYECTO
El edifico es de carácter estético industrial con rasgos contemporáneos; nace de la idea de construir un edificio simulando una antigua fábrica abandonada, la fachada está compuesta por tres volúmenes dispares conectados por una estructura acristalada la cual da presencia al acceso con un amplio y grueso marco hibrido de acero y tabique aparente fusionados en un solo elemento dejando expuestos los materiales y algunos elementos como la escalera marina, la cual fue ubicada con toda intención en la fachada.

La función está definida por la orientación y las vistas principales que se lograron captar, siendo estas el Rio Humaya y hacia la ciudad; la integración al paisaje, asoleamientos, necesidades espaciales y la utilización de materiales al desnudo, desempeñaron un papel fundamental al momento de definir las características funcionales y de diseño, siendo su eje principal la barra central, generando desde ahí el movimiento e integración de los demás espacios, logrando que la percepción entre el interior y el exterior vaya más allá de lo habitual ya que se suaviza con los muros de cristal introduciéndolos al paisaje.

La composición y el uso al natural de los materiales como el Acero, el Tabique, la Celosía y el Concreto, tienen un objetivo básico para el carácter del edificio.