“La arquitectura es un arte que crea espacios habitables para el ser humano, para ello tiene que conjuntar necesidades, volúmenes, espacios, materiales, ingenierías y tecnologías con los deseos, creencias, orgullos, miedos y sueños de quienes la van a vivir para poder crear un gran lugar en donde estos se desarrollen y se enaltezca tal actividad con el espacio creado”
– Alex Carranza y Gerardo Ruiz Díaz
El proyecto arquitectónico de LA CASA DE LOS MUROS representa en gran medida la “libertad espacial” sin dejar de atender en primer término la funcionalidad de la misma.
Diseñada para una joven familia mexicana, es un proyecto que resalta la escala convencional en espacios interiores y exteriores buscando atender de manera correcta los intereses y necesidades de sus moradores e intentando generar el proyecto de una casa que a pesar de ser grande en sus espacios tuviera esa magia que solo la proporción puede lograr. Se desarrolló casi en su totalidad en una sola planta aprovechando lo generoso del terreno y su escaso desnivel. El diseño se genero logrando ubicar dos grandes plazas, la primera de planta ortogonal que es la de acceso y descubre dramáticamente la casa después de atravesar el acceso por un túnel cuadrado en planta diagonal, como un atrio descubre una iglesia y la otra habitada con sobrios encinos y que se deja abrazar por las partes menos privadas de la casa como el área de estar, cocina, comedor, sala, bar, terraza, cuarto de juegos y alberca… Entre la plaza de acceso y el vestíbulo principal de la casa se logró un espacio que contiene una variedad de elementos arquitectónicos muy interesantes como un espejo de agua de grandes dimensiones rematado por un gran muro de mármol y un puente quebrado que lo atraviesa rodeado de bellos jardines.
Por el diseño mismo de la planta, se lograron largos y agradables recorridos, algunos iluminados de manera natural cuidando la correcta entrada de la luz y otros aprovechando la transparencia vertical que integra de buena manera interiores y exteriores. Todos los espacios habitables con excepción del cine están orientados para tener iluminaciones y ventilaciones naturales. Esto dió como resultado el poder prescindir de los climas artificiales la mayor parte del año. Se utilizaron únicamente seis materiales básicos en toda la casa: aplanados de cemento, mármol, acero, vidrio, madera tecnológica y piedra de la región.
Este proyecto no atiende ni busca tener un “estilo” arquitectónico definido, sin embargo, cumple con las normas y conceptos básicos de la arquitectura de nuestro tiempo al ser de carácter sobrio y mostrar su original estructura bien plantada al piso, con columnas metálicas desplomadas que en ocasiones evocan a los árboles y que mezcla con equilibrio la relación entre el macizo y el vano.
Al final, la casa se amalgama perfectamente con el paisajismo equilibrado y de extraordinaria proporción que rodea la casa y el atinado interiorismo que la remata dotando de un agradable confort a esta original casa que podemos resumir como “una sola pieza” que si bien no tiene “estilo” si puede ser un referente hoy en día de la arquitectura mexicana contemporánea.
Arquitectura de paisaje: GDU / Mario Schjetnan
Arquitectura de interiores: Covadonga Hernández
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