Casa de Máquinas, Mercado Gourmet, se resuelve por medio de una serie de islas en torno a una antigua máquina desfibradora de henequén, pieza original totalmente rehabilitada, dispuesta allá para fortalecer la remembranza de una casa de máquinas de antaño.

Los muros son de mampostería expuesta, la estructura de acero y las cubiertas y pisos de concreto, ambos aparentes. Las instalaciones están también a la vista. La fachada es de cristal cuya planta baja consiste en una batería de puertas corredizas para participar del patio central del conjunto.

Las islas son de block de concreto revestido con mosaico de pasta y encimeras de granito negro. Los letreros cuelgan de las cubiertas y entre ellos y las islas, la vista permea con libertad. Complementan el mobiliario mesas y bancas de madera que facilitan el encuentro y convivencia informal entre los comensales, quienes, bañados por una iluminación cálida, son estimulados por imágenes y olores de los alimentos y reflejos u opacidades de los materiales empleados.

Sugerir humorísticamente la preexistencia de una antigua casa de máquinas de la industria henequenera a la vera del Paseo Montejo, en Mérida, Yucatán, vincula didácticamente origen y resultado, en inédito maridaje entre los espacios que albergaban la transformación de la hoja del agave con la muestra física más importante en cuanto a concentración de evidencias edificadas derivadas del auge económico que la citada industria permitió.