Descripción del proyecto
Esta casa familiar de fin de semana está inmersa en un bosque de encinos situado en una reserva natural llamada El Peñón en Valle de Bravo, cerca de la Ciudad de México. El plan maestro de la reserva se basa en un diseño hidrológico sostenible que permite captar el agua de lluvia de la escorrentía a través de un sistema de caminos y desagües que conducen el agua a una serie de estanques naturales. Estos reservorios de agua proporcionan el 30% del consumo anual de agua de cada casa. El 70% restante depende del sistema de recogida y almacenamiento de agua de lluvia de cada casa. Para respetar la vegetación y favorecer la conexión con la naturaleza manteniendo un interior seco y térmico, la casa está construida sobre pilotes y articula su programa en plataformas, terrazas y volúmenes que se entrelazan con los claros del bosque. El agua de lluvia se recolecta en los techos, se filtra y se conduce a las cisternas. Luego, por gravedad, el agua captada se suministra a las zonas húmedas de la casa. Todas las aguas residuales se dirigen a una planta de tratamiento de agua que abastece a una pequeña cisterna dedicada al riego. El resto de las aguas residuales se infiltran en el suelo o mediante riego por goteo. El programa fragmentado de la casa aporta un sentido de aventura que juega con el descubrimiento de los espacios y permite una experiencia lúdica de la naturaleza sin perder su funcionalidad y contemporaneidad. Su alternancia de alturas, terrazas y puertas correderas genera espacios flexibles que pueden transformarse fácilmente en espacios interiores o exteriores para relacionarse directamente con la vegetación circundante. Los interiores de esta casa en el bosque alternan madera laminada y paredes d estuco con aislamiento térmico para crear un ambiente contemplativo y acogedor.

El programa exterior independiente incluye caminos hacia el bosque, una sala de visitas, un parque infantil y un huerto. La ventilación cruzada y la luz natural generan un microclima que mantiene la temperatura fresca y confortable. La construcción de esta casa en madera laminada genera una huella de carbono mínima. El sistema pasivo de recolección de agua de lluvia y la generación de energía mediante paneles fotovoltaicos acercan el proyecto a un esquema autosuficiente. El proyecto en su conjunto hace que el paisaje forme parte del programa. Como si se tratara de una casa en un árbol, los espacios habitables son una fuente de nuevas experiencias que, con caminos y múltiples espacios habitables, rompen con las rutinas diarias de la típica casa urbana.