El Centro Regional Integral para la Atención del Autismo se encuentra ubicado dentro del parque infantil Arturo Armendariz en ciudad Camargo, Chihuahua.

El proyecto surge gracias a una alianza estratégica entre el Laboratorio Urbano de la Universidad la Salle Chihuahua y el Centro de Estudios Superiores la Salle Madrid. Liderados por el Dr. Arq. Oscar Chávez Acosta, por parte de la Salle Madrid, la Dra. Rosario Valdivielso y la Arq. Berta Busilovsky con una asesoría especializada en accesibilidad cognitiva en entornos y edificios.

Consta de 580 metros cuadrados rodeado de grandes y frondosos árboles que crecen en el lugar desde hace más de seis décadas. El partido arquitectónico se basa en la modulación de espacios que responden a los lineamientos internacionales de la accesibilidad cognitiva, así como en la adaptación e integración al sitio aprovechando las vistas naturales, utilizando materiales locales y conectándose con los edificios existentes.

El proyecto contempla la incorporación de tres patios interiores como apoyo a la climatización pasiva y favorecen la entrada de luz natural para poder identificar el paso del tiempo. Por otro lado, estos patios permiten la apreciación de la naturaleza en un ambiente controlado sin interrupciones del exterior.

Además de responder a la estrategia de no derribar árboles existentes, se incorpora un gran patio trasero como colchón acústico del parque aledaño, que sirve para la realización de diversas actividades relacionadas con las terapias y cursos que ofrece el Centro.

En cuanto al tema de la accesibilidad cognitiva, esta alianza estratégica se establecieron 4 estrategias principales:

• Crear un edificio con una envolvente fácilmente identificable. La textura y color del ladrillo aparente de da un carácter reconocible desde el exterior además de hacerlo de bajo mantenimiento y fácilmente identificable durante su ciclo de vida.
• Identificación del acceso principal destacable del resto del edificio. La entrada se refuerza con el uso de color azul, como el único elemento de color en la fachada
• Neutralizar el efecto laberinto organizando los espacios de manera clara y da fácil desplazamiento interior. Se busca la Seguridad Espacial Cognitiva mediante la organización de la secuencia de espacios sin fracturas espaciales.
• Identificación de destinos utilizando pictogramas para la comunicación aumentativa y alternativa según la norma Española. Se establecen nodos de acceso, nodos de sucesión y recorridos identificados.

Para contribuir con la identificación fácil de los destinos, el equipo de diseño codificó por colores la entrada de cada espacio de terapia junto con mobiliario del mismo color y adoptó pictogramas aumentativos para ayudar a las personas a navegar fácilmente por los interiores.

Además, cada entrada a las aulas se diseñó en tamaños diferentes para que el usuario pudiera distinguir entre anchos diferentes y asociarlo con el espacio al que se dirige habitualmente.

Las aulas están equipadas con lámparas LED de 4000 grados kelvin, atenuables para responder a distintos ambientes y usuarios en situación de discapacidad cognitiva. Las ventanas son altas para solo tener contacto visual con la vegetación y así controlar los estímulos visuales exteriores.

ntro hacia afuera, Gaia es un espacio donde el arte, el contexto social, la naturaleza vitivinícola del Valle, la mano de obra local y el esfuerzo colectivo, resumen la arquitectura en su más fiel bosquejo.