El hotel se resuelve generando los usos públicos al nivel de calle y plaza, propiciando un gran espacio vacío, abierto, existiendo en su interior una gran perforación que da acceso a la recepción, restaurante y espacios públicos. Este gran espacio relaciona se abre a la plaza que responde a la Avenida Colón, en una actitud urbana de hacer ciudad, de generar espacios para la ciudad, como una aportación del proyecto.
El esquema surge de generar un solo cuerpo de habitaciones a doble crujía, orientadas norte-sur, abriéndose a la iluminacion uniforme del norte y a las vistas al centro histórico de la ciudad de Mérida, al sur. En la base del edificio se localizan los servicios internos hacia las colindancias.
Dos niveles de espacios públicos y servicios, 8 niveles de habitaciones y una azotea útil, donde se localiza la piscina, contiene claramente el programa arquitectónico. Un sótano para 85 automóviles, que se accede por la plaza interior y un espacio comercial hacia la Avenida Colón complementa el programa.
El Sky Lounge, compuesto por la piscina con borde infinito y una terraza bar, ubicados en la azotea, le confieren un carácter muy particular al hotel.
El tratamiento formal se plantea como un elemento unitario, de gran carácter, que responde entorno urbano apuntando hacia la Avenida Colon, acentuando su carácter por medio de una serie de planos horizontales y verticales, estos girados para cortar el asoleamiento de poniente, y generando una serie de ritmos constantes producidos por el faceteo de los planos. Estos planos, se sobreponen a los planos horizontales, Los planos juegan un papel importante creando una integración formal. Los edificios permiten ser captado claramente debido al juego de los planos y deja ver entre uno y otro la estructura horizontal que producen los entrepisos, proporcionándole una imagen seria, sin artificios.
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