Memoria Descriptiva

La propuesta arquitectónica consiste en tres volúmenes principales, colocados en el límite colindante del predio que da hacia la ciudad, con el fin de generar un microclima dentro del hotel, el cual se abre hacia el paisaje de la reserva natural. El primer volumen, que articula y recibe a los huéspedes, es el área de la recepción. Un espacio de doble altura, con puentes y escaleras, pensado como un pequeño templo de bienvenida. El objetivo de este volumen es generar una transición gradual desde la calle hacia los jardines, el restaurante y las habitaciones del hotel.

El segundo volumen es la gran palapa, ubicada en un segundo nivel en posición paralela con la playa de Punta Zicatela. La palapa, soportada por columnas de concreto aparente, permite ventilación cruzada, así como vistas hacia el jardín central, la alberca, la reserva y el mar. Debajo del restaurante se encuentran estratégicamente ubicadas las áreas de servicios y administración del hotel.

Por último, el tercer cuerpo es un prisma rectangular, con una planta baja libre social y dos niveles superiores de habitaciones, conectados todos entre sí por una gran escalera helicoidal de concreto armado. La planta baja funciona como una extensión sombreada de los jardines y el área de la alberca, permitiendo a los huéspedes huir del calor del mediodía sin tener que recurrir a un espacio con aire acondicionado. Este volumen está posicionado de forma paralela a la reserva y perpendicular a la costa, con la intención de no ser una obstrucción visual en la bahía y poder aprovechar tanto la vista a la reserva como al mar desde todas las habitaciones.

La paleta de materiales busca emular las texturas, colores y materiales de la región a través de acabados aparentes, maderas, piedras y tejidos locales.