Memoria Descriptiva

El diseño del museo del Gran Museo de Chichén Itzá marca un antes y un después en la concepción de espacios culturales en el país , fusionando historia, arquitectura y museografía de manera integral. Inspirado en la rica tradición arquitectónica del sitio, el proyecto se enfoca en una lectura respetuosa de sus estilos, desde el período Puc hasta la influencia Tolteca, destacando la singularidad de los patios galería y los lucernarios.

La integración entre arquitectura y museografía es esencial, ofreciendo una experiencia inmersiva para los visitantes. La curaduría y la presentación de la exposición se trabajaron en conjunto con los arqueólogos que descubrieron las piezas, garantizando una narrativa coherente del patrimonio cultural. Elementos de la arquitectura maya como la iluminación cenital y la ventilación cruzada se incorporan para mejorar la experiencia del usuario

se refleja en la disposición de los espacios y en la presentación de la exposición, que incluye elementos como la línea del tiempo.   El museo tiene un enfoque transdisciplinario, que involucró  a más de doscientas cincuenta personas, incluyendo arquitectos, arqueólogos, diseñadores gráficos y programadores, destacando la importancia del trabajo en equipo en la creación de espacios culturales significativos.

El proceso de diseñar y construir al mismo tiempo  fue un desafío, pero la colaboración entre diversos equipos permitió una finalización eficiente en menos de un año. Este proyecto busca obtener el reconocimiento que merece como un ejemplo de excelencia en la preservación y difusión del patrimonio cultural. El museo de Chichén Itzá no solo es un espacio educativo y social, sino también un tributo al legado histórico de la región.