Las casas de la Cumbre buscan dar respuesta a un problema global y local, que se evidencio durante la pandemia. El confinamiento doméstico y la posibilidad de trabajar a distancia, tuvo como consecuencia que centenas de familias mexicanas, migraran de grandes ciudades a espacios rurales o pequeños asentamientos inmersos en paisajes naturales.
Uno de esos lugares fue Valle de Bravo: de ser un lugar de descanso, se convirtió en un destino para vivir. Sin embargo, la oferta de vivienda respondía a sus usos previos: casas muy grandes para fines de semana. La premisa de La Cumbre fue diversificar la oferta de forma respetuosa y armoniosa con el entorno natural y construido.
Las casas ofrecen una solución para familias jóvenes o parejas retiradas. Se desarrollan en 120m2, la casa 1 en una planta y la 2 en dos plantas. Cada una cuenta con 2 recámaras, 1 estudio, 3 baños, sala-comedor y cocina abierta hacia la terraza y una vista privilegiada hacia el Nevado de Toluca. De ese modo, las viviendas permiten que se desarrollen actividades de trabajo, descanso, esparcimiento y convivencia, siendo multifuncionales e integradas. Ejemplo de ello, es el emplazamiento de las áreas de lavado, permitiendo integrar la realización de actividades domésticas y de cuidado, promoviendo la convivencia familiar.
La selección de materiales aporta congruencia visual y seguridad en el uso diario. La madera, el recinto, el tabique, el mármol, entre otros, generan una estética armoniosa, que garantiza la durabilidad y eficiencia energética de la vivienda.
Los muros dobles (enhuacalado), tejidos con tabique en barro recocido natural de 23cms de espesor, permiten que la casa goce de un equilibrio térmico en el entorno boscoso que se encuentran las viviendas. En las recámaras, este confort se refuerza con techumbres de bóvedas. En las áreas sociales, las techumbres son inclinadas, construidas a base de vigas y duela de madera, así como teja de barro.
Los acabados en pisos son en recinto, madera y barro. El recinto colocado en circulaciones interiores. Las recámaras cuentan con duela de madera; y las áreas exteriores tienen piezas de tabique de barro -colocado de canto-
Las soluciones de enotecnia incluyen la cosecha y utilización de agua de lluvia; el tratamiento de aguas residuales y su saneamiento. Con depósitos de 10 mil litros, permite que las viviendas puedan reducir el consumo de agua. Por medio de biodigestores y pozos de infiltración, se sanea el agua al subsuelo, fomentando la recarga de los mantos acuíferos. Las viviendas cuentan con paneles solares y almacenamiento de energía, fomentando el uso eficiente de energías asequible, renovables y no contaminantes.
La inserción del conjunto dentro del contexto rural en la zona de Cuadrilla de Dolores; aporta un sentido de orden e integración. Gracias al manejo de los mismos materiales empleados en gran parte de las construcciones existentes. El tabique de barro se vuelve democrático y no compite de ninguna manera con sus vecinos, el conjunto no impone, se integra de forma silenciosa y respetuosa a su entorno.
Otros Proyectos