Con el fin de optimizar el proceso de ingreso de pasajeros nacionales e internacionales —ya sea hacia México o a los Estados Unidos de América— brindando una experiencia de alto nivel a los pasajeros que utilizan el aeropuerto, el arquitecto Juan Pablo Serrano de Serrano Monjaraz + WSP México (México) llevaron a la realidad el proyecto conceptual realizado por Estudio Lamela (España) a través del desarrollo del proyecto constructivo del Nuevo Edificio Procesador del Aeropuerto Internacional de Tijuana con cerca de 40, 000 m2 distribuidos en 4 niveles.
El mayor desafío para el equipo fue lograr un partido arquitectónico y un flujo de pasajeros eficiente, a través de cada uno de los subsistemas aeroportuarios dentro de un edificio de cuatro niveles. Debía ser una instalación que limitara cuidadosamente el flujo de pasajeros y los guiara de manera intuitiva a través de los distintos procesos que deben llevar a cabo, además de estar integrado a la arquitectura de los edificios existentes, el Cross Border Xpress y el Edificio Terminal.
El nuevo edificio sigue los principios de Louis H. Sullivan de “form follows function”, por medio de una arquitectura lineal, sobria y funcional en la que destaca una materialidad en tonos neutros y espacios interiores con doble altura e iluminación natural, que brindan al pasajero una experiencia espacial inigualable, haciendo placentero su recorrido de principio a fin. Cuenta con un esqueleto estructural de más de 6,000 toneladas de acero y 8,000 metros cúbicos de concreto; 18,000 m2 de muro cortina y vidrios fix point, así como 20,000 m2 de panel composite de aluminio.
Está conectado físicamente al Edificio Principal del Aeropuerto Internacional de Tijuana y cuenta con todo el equipamiento necesario para el procesamiento de pasajeros:
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