El proyecto se ubica en una propiedad resultado de la subdivisión de una residencia perteneciente al periodo de arquitectura colonial del centro histórico de la ciudad, la cual lamentablemente había sido alterada de manera que solo conservaba una habitación con la tipología original, pues al paso del tiempo se le fueron añadiendo espacios de manera improvisada y sin valor arquitectónico.

En menos de 5m de ancho, el proyecto se conceptualizó en dos niveles, el primer nivel se resuelve en una planta libre en donde se realizan las actividades sociales de la casa y en el segundo nivel se ubica el dormitorio.

El programa arquitectónico incluye los espacios de sala, comedor, cocina, terrazas, alberca, un dormitorio y área de servicios, el cual se recorre de manera lineal, interrumpiéndose por la presencia de dos patios que al mismo tiempo conectan e integran los espacios del proyecto, uno al inicio que es el elemento de transición entre la edificación original y la edificación nueva, donde lo más importante es la conexión al exterior teniendo el área de deck y alberca. El segundo patio situado al fondo de la propiedad, en el que se localiza el jardín de la casa, permite la circulación de aire e iluminación natural, además de proveer visuales favoreciendo la sensación espacial.

El color se hace presente en el patio principal, por medio de un divertido mural de mosaicos de pasta, en donde el acento principal es el color naranja, favoreciendo el ambiente tropical en el área de la alberca, los colores restantes utilizan una paleta de colores neutros.