El proyecto se desarrolla en medio de avenidas y calles muy transitadas de la CDMX, lo que nos llevó a tener retos complejos y decisiones que tomar muy específicas en cuanto a ubicación, orientación y uso de los materiales. El inmueble cuenta con 16 viviendas distribuidas en cuatro niveles, dos sótanos, un cubo de elevador y un área destinada a bodegas.
La planta tipo se solucionó a partir de 4 departamentos interconectados con las circulaciones verticales por medio de puentes de cemento, robustas piezas de estructura aparente unidas por un sistema de barandales de acero generando protección y creando así un patio en el cual todos los habitantes se mueven libremente.
La textura del block negro rústico que predomina en las fachadas ayuda a la integración visual y a la protección del inmueble por estar a un costado del periférico, la ubicación es un tanto hostil de mucho ruido y tránsito vehicular. Este material por sus características y espesor ayuda a la mitigar las adversidades que el medio ambiente genera en el edificio; para balancear la dureza de la textura, se integraron jardineras y macetas como elementos de diseño a lo largo de toda la fachada e interiores de las áreas comunes, acompañadas de una paleta vegetal a base de jazmín y piñanonas.
Otros Proyectos