Ubicada en el antiguo barrio de Itzimná, área de patrimonio de la ciudad, la casa Sabor Mérida representa la revitalización de un sitio que apoya la conservación de colonias establecidas.

La intervención inició, por normativa, con la conservación de dos habitaciones pertenecientes a la estructura original que mantienen la tipología de una época presenta en la zona, dichos espacios se integran a la propuesta actual dotándolas de un uso diferente que se adapta a las necesidades de los nuevos usuarios.

Ésta se basa en recrear los principios básicos de la arquitectura local, el cual se resuelve a través de un esquema alrededor de un patio central que sin duda se convierte en el corazón del proyecto, habitado por un jardín tropical que preservó gran cantidad de vegetación madura existente en el terreno que hoy franquea la piscina, convirtiéndose en punto focal importante de todo el conjunto.

El programa arquitectónico lo conforman un total de 6 habitaciones, 3 habitaciones familiares y 3 habitaciones para visitas, cada una con su respectivo baño, las cuales son divididas en dos naves diferentes pero conectadas por las áreas sociales en común que incluyen: sala, terraza y cocina; en planta alta se localizan los servicios.

La propuesta formal se basa en elementos limpios donde lo más importante es la relación interior – exterior, así como la escala y proporciones de muros y alturas de losas, buscando hacer referencia a las que se utilizaban en la arquitectura tradicional.

El paisajismo juega un papel fundamental en el resultado del proyecto representando un total del 30% del área del terreno.