Descripción del proyecto

Sollano 19 es un proyecto de intervención para crear un espacio de oficinas de bienes raíces.

La restauración de arquitectura del siglo XVIII y el rescate de sus elementos característicos son sus valores principales, todo bajo las normas estrictas del INAH. El contraste generado por concreto, acero y vidrio, materializa los nuevos espacios, mientras que madera, barro y cal generan el arraigo con los orígenes formales y constructivos del inmueble.

Sollano 19 forma parte del legado histórico de San Miguel de Allende, por tanto, se tuvo la finalidad de realzar su identidad e intervenir de manera precisa, para así permitir una lectura muy clara del inmueble original y la propuesta arquitectónica actual, siendo importante la identificación de sus diferentes historias.

Tras años de intervenciones que afectaban la esencia distintiva de este tipo de arquitectura en la zona, el proyecto logra eliminar elementos atípicos adosados, permitiendo reconocer los elementos esenciales que debían permanecer, procediendo con la intervención y creando un lenguaje de contraste, que permitiera ver con claridad las temporalidades, con honestidad hacia el usuario.

El descubrimiento por capas y rescate de la edificación original fueron el punto inicial para definir volumétricamente y desarrollar el proyecto. Reconocer e identificar los elementos del siglo XVIII a través de un proceso de estudio histórico y fotográfico, permitió al proyecto despojarse de elementos sin valor, y reconocer la originalidad del edificio.

Otra premisa de diseño contemplada en esta obra, al haber sido afectada previamente con materiales inadecuados como el mortero de cemento, fue aplicar soluciones más responsables y de bajo impacto, como los repellados con cal apagada, que fueron aplicados en toda la construcción.

Los demás materiales empleados resultan de una selección básica que ayudó a mantener una cromática precisa en el conjunto: maderas, concreto, metal y vidrio; los cuatro materiales dan forma a la nueva construcción con un mensaje de modernidad y evolución.

La integración de la estructura metálica con la nueva iluminación, fue fundamental dentro de la ambientación de los espacios principales; los elementos verticales logran un efecto de luminosidad, y cada pieza de luz alrededor del inmueble fue cuidadosamente seleccionada para exponer la esencia de los materiales y formas que participan.

El programa arquitectónico final, permitió la mejora de la organización de las áreas, la modernización de espacios comunes como la terraza y el patio central; logrando la rehabilitación del sitio, y cumpliendo con las normas y reglamentos aplicables.

El resultado: una integración completa entre sitio original de intervención y la nueva propuesta arquitectónica; aplicando los sistemas pasivos adecuadas en los espacios del inmueble, y alcanzando la correcta habitabilidad de los usuarios y el confort espacial.

Su presencia en el contexto urbano se disimula al exterior, y se integra a la imagen urbana, logrando en todo el frente de la fachada, un mirador desde el cual se puede observar el contraste con la icónica parroquia de San Miguel Arcángel, sirviendo como un lugar perfecto para descansar y apreciar los atardeceres que nos ofrece la ciudad.