Memoria Descriptiva

Tepoztlán es conocido por su ambiente místico, lleno de historia precolombina y energías curativas. El sitio, rodeado por montañas, un río de temporal y vegetación exuberante, es ideal para un spa privado, destinado a un deportista que busca un espacio para su bienestar corporal y anímico. El diseño del spa se integra armoniosamente en el paisaje, adaptándose a las transformaciones estacionales de sequía y lluvia.

La estructura principal es un cono de piedra volcánica truncado por un platón vegetado, una forma que se funde con el entorno natural. Simbólicamente, el recorrido por el spa se asemeja a una procesión espiritual: comienza con un túnel que atraviesa la montaña, sigue por espacios dedicados al cuidado del cuerpo y termina con una escalinata que ofrece una vista impresionante de la naturaleza.

El diseño del spa es una planta circular con espacios radiales alrededor de un vestíbulo central, iluminado cenitalmente por un lucernario redondo. Este lucernario actúa como un impluvium, concentrando el agua de lluvia y filtrándola a cisternas subterráneas. Los espacios alrededor del centro incluyen gimnasio, sala de masajes, vestidores, regaderas, baños, sauna y frigidarium, completando el programa activo del spa.

Al subir por la escalera, el espacio se comprime y luego se abre, revelando un jardín en el platón que se fusiona con las copas de los árboles. Esta área superior es contemplativa, permitiendo a los usuarios disfrutar de un fuego, una tina de agua caliente y las vistas del amanecer, el atardecer y la noche.

El diseño del spa no solo ofrece bienestar físico, sino también una experiencia espiritual y sensorial única en armonía con el entorno natural.