Biciestacionamiento Inteligente
En la Ciudad de México, el número de ciclistas urbanos va en aumento, este logro viene de la mano de una serie de acciones conjuntas entre autoridades, grupos ciclistas, expertos en movilidad e iniciativa privada, que han impulsado la construcción de equipamiento e infraestructura, orientada a promover el uso de la bicicleta como medio de transporte.
En este contexto surge el Biciestacionamiento Inteligente (BEI). Cómodo, seguro e iluminado, el BEI, establece precedentes en infraestructura e innovación y es promotor de la intermodalidad, al permitir guardar bicicletas a usuarios que pueden continuar su trayecto por Metrobús, Metro, ECOBICI, Tren Suburbano o alguna ruta de autobuses del CETRAM Buenavista.
Arquitectónicamente fue concebido como espacio funcional, estético y práctico, un cómodo destino para ciclistas. Otra premisa fue la flexibilidad y facilidad de implementación, su sistema constructivo modular y prefabricado permite fácil crecimiento.
Se ideó a partir de dos módulos básicos. Uno, para servicios, y los necesarios para biciestacionamiento. El módulo de servicio alberga: acceso, sistema integral y de monitoreo, y sanitario para el personal operativo. El resto de la planta la conforman 8 módulos de resguardo, equipados con 64 aparcabicicletas asistido de doble piso, que tiene como cualidad principal, además de ahorrar espacio, un diseño centrado en el usuario, que hace que el guardado de la bici en el segundo nivel sea fácil y sin esfuerzo. De esta forma se maximiza el espacio de guardado a 16 bicicletas por módulo (2mx7m), incluyendo circulación. Así, el edificio se compone de 9 módulos en total, sobre una pequeña superficie de desplante; delimitados por una estructura de acero prefabricada y envueltos por una piel de perfiles de acero. Tiene capacidad total para estacionar 128 bicicletas.
Partiendo fuera atractivo de usar y despertara la confianza de los ciclistas, la transparencia de los espacios es intencional. Debía ser posible ver todo el tiempo dónde están las bicicletas, aún desde fuera del inmueble. Para ello la iluminación natural es muy importante y se aprovechó al máximo, el techo es traslúcido y las fachadas dejan ver todo lo que pasa al interior. La luz natural es protagonista durante el día. Por la noche, se convierte en un faro de luz, un lugar de destino o partida que ilumina la zona, mejorando la dinámica social e incrementando la percepción de seguridad.
Está equipado con un sistema de control de acceso automatizado, que funciona con la tarjeta de transporte de la ciudad, la misma que se usa para el Metro o Metrubús, con lo que se facilita la intermodalidad de transporte y la seguridad de las bicicletas (el usuario sólo puede entrar o salir con la bicicleta que haya registrado). El sistema generara reportes para medir el éxito de la implementación, información que permite la planeación y el diseño de rutas y aforos de ciclovías e infraestructura de manera fundamentada. Tiene video vigilancia y un display, que muestra la cantidad de lugares disponibles.
La propuesta destaca la interdisciplinariedad y cómo mediante el diseño se replantean conceptos para una solución integral.
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