Descripción del proyecto

La capilla es un espacio de culto, oración, reflexión, agradecimiento, y en este proyecto, se complementa con un jardín de contemplación en la parte posterior, que aporta profundidad, texturas naturales, y un ambiente más íntimo de introspección.

El proyecto nace de la necesidad de la empresa, (empresa dedicada al transporte de fruta y donde sus empleados están en constantes rutas), de integrar al complejo un espacio para que los usuarios pudieran tomarse un momento en sus días, para hacer oración antes y después de sus rutas, así como por agradecimiento y devoción a la virgen de Guadalupe, principalmente.

El concepto inicial fue que a partir de un plano principal surgieran dos ambientes conectados entre sí, espacios exteriores en armonía con la luz, la textura, las sombras y los aromas, para generar en el usuario una experiencia sensorial, buscando siempre el bienestar y la calma de los mismos. Utilizando el concreto y el acero como materiales protagonistas de un espacio de bajo mantenimiento, pero con calidad espacial, inspirado en la simplicidad de líneas, la luz natural, la transparencia y la vegetación.

Se destinaron 105 m2 del terreno, de los cuales, 34.5m2 es área cubierta de la capilla y el resto corresponde al jardín de contemplación y áreas verdes.

Los elementos verticales de la estructura evocan a las 15 estaciones del viacrucis y la forma triangular, en planta, hace alusión a la Santísima Trinidad, así como los asientos monolíticos respetan el espacio individual del usuario en su momento espiritual personal.

La idea de una estructura abierta con el objetivo de que los usuarios tengan mayor ángulo visual desde diferentes perspectivas del conjunto, así mismo se ubicaron lavandas que gracias a los vientos dominantes, aportan el aroma relajante que el ambiente necesita.

El muro de concreto aparente, con la sustracción de la cruz y un vano que recibe varias imágenes religiosas, es el punto focal del proyecto y el eje que invita al usuario a recorrer y vivir el espacio ya sea desde el interior o exterior del mismo. La iluminación natural junto con la disposición de los elementos verticales, genera un juego de luz, sombras y texturas en el muro de concreto, que hace que la experiencia sea muy agradable para el usuario.