Avándaro, se ubica en las orillas del lago de Valle de Bravo, a 5 kilómetros del poblado y donde se encuentra el reconocido hotel y club de golf del mismo nombre. El predio con doble frente, colinda en uno de sus extremos con la calle principal de acceso al club; desde el otro frente y en un nivel superior la vista se extiende hacia todo el campo de golf.

Inicialmente en el predio se encontraba una casa de dos niveles, posicionada en uno de los extremos, desplantada en el nivel de acceso de la calle superior. Por el esquema compacto de la casa, el amplio jardín restante permanecía completamente segregado.

La propuesta inicial fue solucionar los temas de privacidad comprometidos por las dobles vialidades colindantes; un segundo acercamiento sería aprovechar el ancho frente para integrar el jardín a la toda la casa. A partir de esta idea, la casa se desplanta un nivel por debajo de la calle, separada de esta vía siete metros para crear un jardín trasero; el acceso desde el nivel de calle se genera a través de una escalinata al aire libre que articula el área social y el volumen de las recámaras.

Las recámaras se localizan a lo largo del predio, hacia el oriente para aprovechar el sol de la mañana; este volumen se forma a través de la repetición de módulos interrumpidos únicamente por los accesos centrales entre pares que descienden medio nivel del pasillo superior. En un nivel inferior a las recámaras se encuentran los baños, los cuales se iluminan a través del jardín posterior.

El jardín principal se elevó siguiendo sutilmente la topografía del terreno para alcanzar la plataforma de desplante principal de la casa, de esta manera todos los espacios tienen interacción directa con él.