Descripción del proyecto
La Casa Bello significó un reto donde se trabajó de manera muy estrecha con el cliente, del mismo modo que podría suponer la fabricación de un traje a medida. No se trata de una residencia promedio; tampoco es lo que podríamos llamar un producto comercial. Es la culminación de un proceso de diseño que no hubiera sido posible sin la mancuerna (casi complicidad) entre cliente y diseñador arquitectónico. El programa arquitectónico resultante consiste en 2 recámaras (una en planta baja y otra en el nivel superior), sala comedor con cocina abierta en un mismo espacio, 3 baños, carril de nado y dos terrazas.
El terreno donde está emplazada la vivienda es parte de la cañada del Río San Antonio, mismo que cruza la ciudad de Córdoba, Veracruz. Dicha cañada provee a la ciudad de un bosque de galería que roza el centro de la misma, y que para efectos del proyecto crea un entorno campestre a escasos 100 metros de la avenida principal. En medio del predio, sosteniendo la topografía con sus raíces, se encuentra un inmenso ejemplar de Ficus lapathifolia, favoreciendo la conservación de especies endémicas de la región.
El proyecto, al estar resuelto en distintos niveles, se adapta a la topografía natural del predio. De este modo se reduce de manera significativa el impacto al medio natural, rescatando en su mayoría la flora y fauna endémicas. La casa, entonces, se cierra en planta baja hacia las vialidades, se abre y vive hacia el río.
Conceptualmente, el proyecto consiste de dos prismas rectangulares encontrados de manera perpendicular. El primero; pétreo, sólido y pesado, alberga el vestíbulo, las habitaciones, y los baños. Para la construcción se usó roca caliza blanca traída de los bancos que se encuentran a las afueras de la ciudad. De esta manera, la construcción aporta un sentido de pertenencia al sitio y fomenta la economía regional. Los muros fueron hechos en su totalidad de piedra, y no revestidos de lajas, por lo que los dormitorios se mantienen frescos todo el año, evitando así el uso de energía en aires acondicionados. A modo de semisótano encontramos las áreas de servicio y bodegas. En contraste, el segundo cuerpo, transparente y ligero, está resuelto en acero y cristal, cargado por esbeltas columnas y encierra la parte social de la casa. Al estar en un nivel superior, este espacio se beneficia de la magnífica vista al río y de un gran árbol protagónico que engalana el remate de la sala. Debajo de este cuerpo, entre las columnas que lo sostienen, se encuentra un carril de nado emplazado en una terraza que a su vez está rodeada por el jardín. Al fondo, la barda, de la misma piedra, contiene y protege de las vialidades, conservando la privacidad de los jardines. Al estar localizada sobre un predio en esquina, el muro que envuelve la casa se interrumpe para dar cabida a los accesos en ambas calles, a la vez que resuelve tanto el jardín frontal como la cochera.
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