En el corazón del centro histórico de la ciudad de Mérida, a tan sólo unos pasos del Palacio Cantón en el Paseo de Montejo, se encuentra ubicada Casa Canela, una antigua casona de principios del siglo pasado que alberga detrás de su sobria fachada colonial, una vivienda de dos habitaciones con 155 metros cuadrados.
Al atravesar las puertas verdes del recibidor, nos da la bienvenida una espectacular escultura del artista Jorge Marín, la cual se encuentra posicionada en el centro del espacio, sobre la misma, una sencilla lámpara cuelga de las vigas verdes originales que engalanan los techos y coronan los muros de mampostería expuesta. Contienen y resaltan la textura de piedra unas molduras y un rodapié en tonos claros, el cual se une al color blanco del piso de pasta.
Al seguir el recorrido hacia la cocina, se pueden apreciar los antiguos marcos verdes de las puertas originales que custodian un óleo de Isabel Garfias. Al centro, sobre una sencilla mesa de madera de tzalam penden de las vigas, tres lámparas de terracota. Los gabinetes de la cocina repiten las tonalidades verdes, de los colores de la carpintería existente en el resto de la casa. Sobre la salpicadera de pisos de pasta varios ornamentos y utensilios comparten el espacio con unos grabados de Fernando Andriacci.
Dos puertas de cristal invitan a seguir el recorrido hacia la terraza que funge como comedor, donde resalta una obra de Pedro Friedeberg y un gran arco de medio punto que nos direcciona al patio central.
Rodeada de vegetación tropical y entre muros altos de diferentes texturas, una pequeña piscina de chukum nos abre camino hacia las habitaciones que se encuentran en la parte posterior del terreno.
Con un diseño más moderno, la primera recámara cuenta con una cabecera hecha de pisos de pasta sobre la cual descansa otro cuadro de Friedeberg de Galería Urbana Blanquis. Las visuales desde la cama, se fugan hacia los exteriores gracias al uso de ventanales en dos extremos opuestos del espacio, uno con vista a un jardín interior y el segundo con vista al arco que se forma debajo de la escalera que lleva a la segunda habitación.
La alcoba en planta alta, al igual que la de planta baja, cuenta con closet y baño vestidor y una pequeña terraza con vista hacia el patio central y a la piscina.
Con Casa Canela se busca respetar y rescatar los valores históricos de la arquitectura colonial yucateca de una manera pura y sobria, combinándolos con detalles modernos y con las comodidades actuales para crear un pequeño oasis en el centro de la ciudad.
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