Sobre uno de los maravillosos paisajes que ofrece México, se emplaza la nueva sede del Abierto Mexicano de Tenis, en un terreno desértico dividido de la orilla de playa por la carretera Cabo San Lucas-San José del Cabo en Baja California Sur. El proyecto se basa en dos ejes imperceptibles perpendiculares entre sí, resultantes de trazar una línea recta entre el terreno y su vista hacia el mar. Estas directrices ordenan una serie de plataformas que se arraigan a la topografía del sitio para contener las canchas de tenis, que obligatoriamente deben estar orientadas norte-sur. En los vacíos que se generan diversos muros de tierra compactada surgen del lugar, lo alteran sutilmente para albergar el programa requerido y resguardarlo del sol del desierto. Los espacios derivados se exponen totalmente en su lado norte con el fin de crear microambientes y potencializar las increíbles vistas del entorno. Entender el significado del paisaje, nos mostró un universo para crear una arquitectura que en lugar de hacer ruido busca permanecer silenciosa en su contexto y reposar dentro de este extraordinario espectáculo que nos da la naturaleza.
Otros Proyectos