Memoria Descriptiva

El proyecto parte de la reflexión acerca de cómo debería ser el espacio educativo de hoy en día,  a partir de esto se comienza por diseñar una sombra, una cubierta soportada por una estructura flexible, ligera, abierta y adaptable que permite la existencia de un diálogo entre las personas, la naturaleza y la arquitectura. El edificio se adapta a las preexistencias del sitio y vincula el espacio exterior e interior disolviendo sus límites. A manera de juego la pieza se abre completamente permitiendo el cruce del viento, la entrada de una luz filtrada y una relación más estrecha con el paisaje.

La altura que alcanza la cubierta permite albergar la cantidad suficiente de volumen de aire para regular la temperatura interior del edificio y al mismo tiempo reducir al mínimo la cantidad de material utilizado para el tejado y las paredes, disminuyendo de manera importante el impacto de la construcción en el sitio.

Los materiales usados son en parte reciclados y en parte adquiridos dentro de la misma comunidad lo que permite vincular a los alumnos con el contexto y el paisaje, al mismo tiempo que los materiales responden adecuadamente a la condición estructural y climática del edificio.

El sistema y el proceso constructivo ayuda a mejorar las condiciones laborales para los trabajadores de obra ya que se construye primero la cubierta y al final pisos y paredes, lo cual hace que se trabaje bajo sombra la mayor parte de tiempo, de la misma manera las armaduras de madera de la cubierta fueron prefabricadas bajo sombra para después ser colocadas sobre los largueros metálicos.

El programa tanto exterior como interior se vuelve completamente educativo al integrar a las clases los procesos regenerativos que se vayan realizando dentro de la escuela con el humedal que trata las aguas, el huerto, los composteros, los corrales de ovejas y gallinas como parte de la propuesta educativa.