Memoria Descriptiva
La importancia de la restauración de la Ex hacienda Requena se centró en la mayor recuperación del partido arquitectónico, destacando el rescate espacial y funcional del patio principal.
La seguridad estructural fue una de las prioridades a considerar y en el proceso de la obra se atendió de manera permanente; por lo que los apuntalamientos en todos los espacios, fueron indispensables para asegurar su estabilidad.
Desde el exterior, se comenzó con el refuerzo de la cimentación a lo largo del portal enfocada principalmente en homologar las bases de apoyo para garantizar la estabilidad del inmueble. La limpieza y consolidación de los balcones y cornisa de cantería fueron acciones estratégicas extremando la seguridad.
Al interior del monumento, el resurgir del patio interior posibilitó que las liberaciones de 1730 m2 del entrepiso y las cubiertas fuesen más sencillas, se instaló una torre adosada a la arcada sur con varias grúas facilitando las maniobras de carga, descarga, acarreos verticales y colados a mano.
Los muros, de fábrica mixta debían ser intervenidos de acuerdo a su naturaleza, consolidando con ripio, adobes, aplanados, enlucidos y repintados. Las losas se reintegraron en su totalidad con sistemas constructivos similares a los originales para trabajar en armonía con los muros de carga y apoyos verticales previamente reestructurados.
A la par, cuatro años de restauración en la cantería dieron la pauta para mostrar el arte en los elementos ornamentales de estilo ecléctico que caracterizan sus arcadas y arcos de acceso principales que permanecieron ocultos entre las capas de pintura y debajo de los tapiales y muros que los cubrían.
Finalmente la liberación de una pesada cubierta en el patio central, dio pie a la propuesta de una lonaria de diseño simple y flexible que pretende enaltecer los elementos ornamentales originales y ser un elemento articulador con un toque contemporáneo.
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