Memoria Descriptiva
Four Seasons Tamarindo fue emplazado dentro de la selva baja que bordea una de las costas de Jalisco llamada Majahua. El proyecto reinterpreta el lujo a través de las artes y oficios tradicionales de México.
Frente al Océano Pacífico, cuenta con 157 habitaciones, incluidas sencillas, dobles, suites y conectadas, buscando todas cumplir con estándares de diseño que distinguen al operador Four Seasons. Ubicado en la reserva natural de Tamarindo, el proyecto respeta el perfil topográfico del sitio en base a ejercicios volumétricos, que se extiende por 80 hectáreas divididas en zonas de playa y montaña. Para minimizar el uso de recursos naturales y optimizar la construcción, se emplearon cinco materiales base con variaciones en su aplicación: madera tropical de parota obtenida en viveros controlados para su uso en la construcción; piedra braza de Colima, que por su dureza permite ser empleada para contornar los muros exteriores que trazan vialidades y anuncian los accesos a las habitaciones y edificio principal, además de ser los contenedores de plataformas y plazas del resort, recinto volcánico de Colima y Puebla, el cual fue utilizado para recubrir los pisos al igual que el mármol Xalapa; y finalmente concreto con agregados para dar el tono a la arena del sitio, el concreto como material aparente ofrece una calidad hacia el exterior e interior particular, ya que por medio del despiece de cimbra seleccionado, las superficies de concreto, según la hora del día simulan lambrines de madera de encino.
El resort abarca 80 hectáreas, combinando edificios de servicio y habitaciones y se integra con un proyecto de paisaje que busca reforzar la selva existente y envolver la arquitectura sin dejar de enfatizar las vistas hacia el océano, desde sus espacios interiores y recorridos a través del resort y donde la experiencia del usuario sucede en los tránsitos y sus demoras.
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