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La arquitectura construye paisajes conformados en base a la realidad misma y, por tanto, in-formados desde los programas funcionales, sociales y económicos. Estos programas no se traducen necesariamente en organigramas, sino en cálculos mayormente estadísticos de cuya reunión, a veces inverosímil, resulta un proyecto sugerente. Proyecto que nos muestra las paradojas sobre la realidad, a la que de alguna manera atrapamos por sorpresa.

Es éste ultimo uno de los aspectos más interesantes, así como controvertidos. El problema del espacio como concepto se aborda, según algunos ejemplos, de acuerdo con la rentabilidad proyectual que podría deducirse de la reunión, casi imposible, de toda una amalgama de texturas que, convenientemente encajados, acaban por esbozar una imagen imprevista al inicio del proceso. Se trata de un proceder indeterminado por su forma y figura, pero literalmente dependiente de las condiciones de partida dadas por el cliente, y sus necesidades. El proyecto del Restaurante /Café / Tienda, Luna de Queso, se determina desde la circularidad de la razón y conociendo ampliamente los ámbitos requeridos para su funcionamiento.

Luna de queso es una tienda apasionada por el queso y la comida. Es un espacio creado para gente que le gusta comer y cocinar, es un concepto comprometido en promover y buscar los mejores productos locales y artesanales de México.

El programa se desenvuelve en un terreno de 660 m2 orientado al noreste con 22 de frente y 30 de fondo, a un costado de lo que será la versión Autograph by mariott en la calle Josefina Orozco de la ciudad de San Miguel de Allende ofrece un programa multidisciplinario. Desde el arribo, transmite la comodidad buscada para el usuario con un estacionamiento lateral y al frente del edificio. Ya que ingresas al recinto te reciben las texturas del proyecto, dejando atrás una fachada brutalista con un acceso modesto. Del costado derecho, se encuentra la tienda con 105 m2 bajo las texturas de una losa reticular de casetones reutilizables que se emplearon en el fraguado dejando los huecos y soportando la iluminación expuesta iluminando los anaqueles además de la zona de venta de quesos. Después, un nicho enmarca la cava de maduración de los mismos, que si bien quieres ir al café o subir a la oficina puedes atravesar este pasillo o si no entraste por la tienda; caminar por el exterior si mantienes tu andar al ingreso por el pasillo hasta llegar a tu mesa o esperar a ser sentado.

El recorrido exterior es interesante sobre un andador de tabique de lama recortado en recuadros equivalentes a la mitad del estándar (14×14), al fondo de tu lado izquierdo te provoca seguir avanzando divisando una cubierta inclinada de madera, reticulada por cantos, sostenida por pilares / gualdras de madera y mochetas de tepetate compactado dando claridad a la zona exterior, disfrutando del “jardín” bajo un árbol frondoso se desplazan algunos comensales admirando esta belleza.

75m2 de café cubiertos por una techumbre inclinada, contienen mesas y el área de atención a clientes, además, una pequeña sala en tapanco y un baño debajo del cubo de escaleras, este bloque esta forrado de lamina “negro al carbón” sellada dando un toque elegante al contexto ligeramente industrial suavizado por su delicadeza, un gran acierto es la continuidad de la beta del corte que se aprecia como una singular pieza de arte.

De las partes fundamentales del funcionamiento del local es la cocina con 57 m2 en planta baja y 44 m2 en la planta alta, esta volumetría dan la firme fachada de tepetate que vemos al suroeste del terreno y que todos aprecian al fondo.

La oficina en planta alta repite los detalles de la losa ahuecada por el casetón, tiene una vista panorámica hacia la doble altura del café dejando muy en claro el soporte del techo de estructura de madera, volteando la vista hacia arriba se logra ver la separación de estos dos volúmenes.

La descripción tacita al vivir este espacio es que se buscó la originalidad con la utilización de materiales comunes en un plano artístico, por ejemplo; se fabricaron en sitio, dos tipologías de celosías de concreto, una a gran escala evocando el entramado de las pequeñas de terracota y otras alargadas tomadas del viejo horizonte barrial de la ciudad.

Por que la arquitectura es el arte del espacio y el espacio mismo nunca se malgasta, no hace falta decir que se produce reciclaje. La noción de reciclaje introduce la necesidad de idear nuevas respuestas para aquellos conjuntos urbanos hoy obsoletos. Menciono lo anterior para enmarcar la cualidad de este edificio que además de contar con cisterna de aguas pluviales dotando a los 5 muebles de baño con agua de lluvia para su uso y ahorrar 20,000 lts o más, cada temporal. Antiguamente en el lote había una construcción de muros de tabique y techo de lámina soportado por montenes de fierro como estructura metálica. Al encajar el proyecto se reutilizó todo la estructura metálica, además las laminas techaron los volúmenes inclinados reutilizando todo el material.

MX208
Nombre de la obra: Luna de Queso
Clasificación: I.2 Servicios
XVI BNAMX
Ubicación: Guanajuato
Autoría del proyecto: Arq. Mauricio Alonso Carrera
Colegio: Colegio de Arquitectos de San Miguel de Allende Guanajuato AC
Fotografía: Alejandro torre Suarez

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