Punta Pérula es una pequeña localidad ubicada en las costas de Jalisco, frente al Océano Pacífico, en la región conocida como Costalegre. Esta playa ofrece a sus visitantes aguas tranquilas en las cuales nadar, pescar y admirar la fauna local. La pesca es sin duda una de las principales actividades que se disfruta en la localidad, realizada tanto por pobladores locales como fuente de alimento, como por comerciantes, quienes tienen en ella su principal fuente de ingresos. A pesar de la calidad paisajística y del desarrollo de actividades económicas, el sitio no contaba con una infraestructura marítima para realizar dicha encomienda.

La idea de construir un malecón surge de la urgencia de dotar de la infraestructura necesaria para potenciar el desarrollo de las principales actividades económicas del poblado. Para esto, se concibió al malecón como un andador peatonal que genera un recorrido recreativo, acompañado de una vialidad interna para acceso de vehículos de servicio. A lo largo del trayecto surgen espacios en los cuales que alojan distintos programas permitiendo que el malecón, más que un espacio de tránsito se perciba como un espacio de estar.

El recorrido del malecón comienza en el Estero, envuelto por manglares y donde se integró un módulo de venta que permite que los pescadores ofrezcan sus productos de manera directa. Conforme se avanza en dirección al mar, el visitante va encontrando los muelles flotantes que permiten el abordaje a las embarcaciones de pesca y de servicios turísticos. Al centro del andador se construyeron estructuras pergoladas que ofrecen un espacio sombreado para quienes se encuentran a la espera de una nave, o bien, para quienes realizan alguna otra actividad. Además de las pérgolas se colocó vegetación que aporta a la calidad visual y ambiental del sitio. La obra consideró otros espacios que alojan servicios requeridos por los visitantes, como módulo de baños y regaderas, y un área operativa para los pescadores. El malecón remata con un muelle de más de 35 metros de longitud que al llegar al final del espigón permite a los visitantes adentrarse en el mar y apreciar la totalidad de la bahía de Punta Pérula.

Con la elección de materiales se buscó respetar el lenguaje que identifica a la Costalegre. El murete de contención perimetral está conformado por piedra de la región, con un repison de concreto que funciona como un asiento. El andador vehicular es de concreto lavado con arena amarilla para mimetizarse con el entorno. En cuanto al andador peatonal es adoquinado en dos tonos que aportan una textura y ritmo al recorrido y que se acomodan para dar cabida a la colocación de mobiliario y vegetación.