La residencia La Joya fue pensada bajo un concepto de casa informal donde, tanto los espacios, la mezcla de texturas y materiales invitan a tener un comportamiento relajado generando un
ambiente cálido.
El interior está marcado por grandes cartelas que definen las áreas principales. Estas cartelas fueron disectadas con grandes aperturas que comunican los espacios entre sí logrando
comunicarlos, pero a la vez, delimitados mediante estos altos e imponentes muros. Construida con la más alta tecnología y con estructura de acero y varilla se lograron estos majestuosos espacios
abiertos.
La residencia fue orientada con la finalidad de lograr la mayor cantidad de vistas y dar la espalda al poniente donde, en su mayoría, la fachada es ciega. Forrada, en su mayoría de piedra
arqueológica traída del centro de México, se obtiene un envejecimiento con gracia y una textura
inigualable.
Finalmente, lo importante y la esencia del proyecto es que el usuario sea el protagonista y defina la dinámica espacial.
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