“YOO BIDÓ, LA CASA TRADICIONAL DE SANTO DOMINGO TEHUANTEPEC”
El proyecto y obra de rescate se desarrolló en Oaxaca, en el municipio de Santo Domingo Tehuantepec, en la región del Istmo, uno de los municipios declarados como zona de desastre después del sismo del 7 de septiembre de 2017, año en que la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca A.C., creó el programa: “Apoyo Inmediato a las Afectaciones por los Sismos de Septiembre de 2017”, el cual brinda apoyo a las familias afectadas mediante la recuperación de casas de arquitectura tradicional e incentiva su preservación, por ser esta arquitectura, el reflejo cultural e histórico de la zona y la fuente intrínseca de desarrollo cultural y económico del lugar.
El terremoto, como fue clasificado por la destrucción y víctimas que dejó, produjo poco más de 23 mil replicas al mes de junio de 2018, dos fueron sismos de gran intensidad que desolaron aún más el territorio, sitio donde al presente año de 2020, se expresan todavía los efectos de los sismos en el tejido social y urbano de las comunidades.
En el centro del municipio de Santo Domingo Tehuantepec se encuentran 175 casas catalogadas en marzo de 2006, como Monumentos Históricos Inmuebles por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. El emplazamiento histórico se identifica por la agudeza arquitectónica que descollan las calles que circundan el conjunto religioso de Santo Domingo de Guzmán y el palacio municipal.
En el sitio se conjugó la historia, costumbres y recursos locales para constituir la “casa del santo”, que en la lengua materna es el Yoo bidó o sala grande, donde se encuentra el altar del santo, elemento de devoción de la familia y espacio mismo donde la familia duerme; el corredor se halla adosado a dicha sala, es un espacio semiabierto con columnas o pilastras y al frente del mismo se despliega un amplio patio dotado generalmente con árboles frutales o florales, como el guie´ chaachi, el gueitiqui y el guixoba; así se generó la casa zapoteca: armoniosa, adaptada al clima, a las costumbres y a las necesidades de la gente.
La casa tradicional se recupera del riesgo en que quedó por la devastación de los sismos, la falta de programas de recuperación, la desconfianza en el sistema constructivo, el abandono de sus ocupantes y aún más fuerte, las medidas de demolición realizadas sin el soporte especialistas. El programa creado por la FAHHO mostró una oportunidad vital y consciente de recuperación, es así, que desde el año 2017 al año 2020, se han recuperado 57 casas con daños parciales o totales por los sismos, de acuerdo con la tipología arquitectónica local.
Esta casa, de altos techos cubiertos de tejavana, con morillos, biliguana y sendos muros de adobe, es la que ha sido objeto de restauración de la Fundación en los últimos años, la que nos enriquece culturalmente y que deseamos compartir como muestra de rescate y puesta en valor de la arquitectura e identidad que emergió del desastre, para caracterizar la sabiduría de nuestros pueblos.
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