El resort forma parte de un complejo maestro que incluye 120 unidades habitacionales de alto lujo, divididas en residencias unifamiliares, condominios y townhouses, también diseñadas por los arquitectos.
El predio destinado al hotel cuenta con una superficie de 7 has. y se encuentra en una colina atrás de dos grandes dunas al frente del océano ofreciendo vistas espectaculares al Mar de Cortés. Para aprovechar esta condición, el plan maestro se solucionó con base a 40 edificios de dos niveles, que contienen tres suites cada uno y que se encuentran esparcidos en el terreno, permitiendo no sólo vistas privilegiadas, sino también privacidad y la sensación de un ambiente único y particular.
El hotel cuenta con un total de 115 suites, el concepto central del diseño arquitectónico parte de la idea de que sus edificios se mimeticen con el desierto, y que los espacios fluyan desde la naturaleza hacia el interior. Se intentó un homenaje al desierto conectando con el verdadero sentimiento del lugar a través de elementos arquitectónicos simples y elegantes, e integrando los materiales pertenecientes al sitio tanto en los edificios como en el ambiente exterior.
El diseño ofrece una composición de volúmenes simples y balanceados. Se utilizaron grandes planos y muros horizontales, dando la impresión de que los edificios emergen del desierto. Se utilizaron materiales acordes con el sitio, como piedra de la región, acero, maderas, aplanados y mármoles, en tonos que van desde los cafés hasta ocres y arena, y se realizaron grandes volados en color negro para acentuar las sombras producidas por la inigualable luz del desierto de Baja California.
Dos piezas monumentales reafirman el carácter de la arquitectura del complejo. La primera de ellas es la piel/celosía de acero corten que envuelve a un cubo de triple altura alojando en su interior al bar principal, y que, al estar ubicado en el corazón del desarrollo, se convierte en el ícono y gran faro de luz que le da presencia e identidad al proyecto. La segunda consiste en una escultura en acero corten ubicada en la plaza de acceso en el edificio principal.
La alberca principal se resolvió mediante un puente que cruza el arroyo. Para el restaurante informal, integrado a la alberca, se hizo uso de un juego de cubiertas ligeras en diferentes planos y una gama de colores vivos y brillantes. En la ventana que se abre entre las dunas, se diseñó una alberca de proporciones más reducidas y que, ubicada entre grandes rocas, ofrece una sensación de mayor tranquilidad.
El SPA aloja al centro del terreno dentro de una hondonada natural, en donde el uso intensivo de palmeras y abundante vegetación ofrece la sensación de un oasis a la mitad del desierto y asegura la privacidad requerida por el huésped.
En cuanto a la sustentabilidad, se disminuyó la carga energética mediante el uso de piedra bola, grava y vegetación desértica en todas las azoteas y la incorporación de grandes volados y una especificación adecuada para los acristalamientos que abaten el asoleamiento excesivo
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