La vivienda, ubicada al oriente de la Ciudad de Celaya, Gto., en el Fraccionamiento Maderas Residencial, consta de 2 plantas que suman 267 m².

El principal objetivo del proyecto fue tener la sensación de tranquilidad en el interior, a su vez una conexión al exterior para disfrutar de la zona social del fraccionamiento.

Los “movimientos” en la planta con el uso del ángulo de 45 grados no solo son para hacer interesante el proyecto, sino también para mejorar el confort termo fisiológico, haciendo uso de técnicas de Bioclimática. Se giraron las ventanas, para evitar excesivo asoleamiento en verano por el lado norponiente, pero incrementar el calentamiento en invierno. Un termosifón en la recámara de Planta Baja, ayuda a mejorar la ventilación natural en el área de vestidor. En el patio interior, frente al comedor se encuentra un muro llorón que logra humidificar el aire que ingresa a la vivienda, contrarrestando las características del clima semiseco, semicálido de la ciudad. En planta alta tener una losa inclinada hacia el sur, también mejora la temperatura al interior, para así cumplir con el objetivo de evitar uso de aire acondicionado.

En la fachada principal era muy importante lograr una vista justo al área social del conjunto de viviendas, que se encuentra al frente, pero algo cargada a la izquierda. Por eso es que la terraza balcón se gira nuevamente para poder tener la mejor perspectiva desde el nivel superior.

La zona social de planta baja se logró con una losa sin muros que dividieran la zona, gracias a que la estructura fue sometida a castillos a tensión desde la azotea, sosteniendo la losa de entrepiso, en forma “limpia”.

La escalera estructural, diseñada con un descanso en forma de rombo regular, es el centro visual que permite jugar con el cambio de dirección de muros que relajan el diseño del proyecto.

En resumen, esta vivienda es el resultado de un proyecto pensado funcionalmente, bioclimáticamente y estructuralmente, sin dejar de lado la belleza del diseño.