Memoria Descriptiva

Sobre una casa catalogada, emplazada en un entorno que mantiene la morfología y el estilo original de los pueblos mineros del norte del país, el proyecto se desarrolló acotado a la traza de 60 m²  y a las rigurosas revisiones del INAH.

Cuidando preservar las características del estilo, se proyectaron tres niveles que se recorrerían en espiral dando continuidad, no solo a los espacios, sino también a la transición de la construccion antigua a la nueva.

De 1884, el inmueble consistía en una planta de dos habitaciones separadas y un patio interior. Éste fue construido tradicionalmente con cimentación de piedra, muros de adobe, aplanados de cal y cubierta de viguería y terrado.

Se plantearon flujos y soluciones según las volumetrías, ritmos y formas de la planta original. Al exterior, la fachada se mantuvo lisa, en tonos claros, con ventanas verticales esbeltas y postigos de madera. Para el segundo nivel se respetaron las proporciones y profundidades, se incluyeron cuatro balcones antepechados que retomaron la morfología del primer piso traduciéndola a los lenguajes de la actualidad.

Al interior, las dos habitaciones de la primera planta se convirtieron en cocina y sala. La primera da ejemplo de las estrategias de aprovechamiento de espacio con muebles y electrodomésticos empotrados y una sugerencia de flujos mediante la disposición de mobiliario y elementos como la isla central. La sala se abrió y ventiló hacia el patio interior, lo que, a su vez, ayudó a resolver el reto de mantener la intimidad en una casa que se encuentra a pie de calle.

Se resolvió la estructura superior mediante el uso de acero, Tablaroca y Durock y, replicando la distribución inferior, para estancia, recámara y baño.

En los baños, la combinación entre la loseta cerámica, el metal y los efectos de iluminación, crean un ambiente dramático que contrasta con la serenidad del resto de la casa. En la recámara los postigos significaron la posibilidad de modular la entrada de luz y calor, pero también, acentuado por la selección de texturas y colores, la sensación de cobijo y libertad.

En la estancia el grosor de los muros se aprovechó con la instalación de mobiliario fijo.

En el tercer nivel, aun al aire libre, se logró  la articulación de ambientes a partir de la vegetación, un deck y mobiliarios distintos para las dos áreas de esparcimiento que coinciden, también, con un espacio de lavado.