El tema “Vivienda de interés social” evoca términos como austeridad, mínima superficie habitable, vivienda en masa, enfocada a personas de escasos recursos.

¿Si ya conocemos el común denominador de esta tipología, por qué no aplicamos soluciones experimentales a las construcciones existentes? Claro que se han implementado estrategias desde proyectos nuevos, pero rara vez se materializan, y si suceden, se quedan en el limbo del prototipo.

Encontramos una oportunidad, pequeña, pero al fin oportunidad; nuestro usuario (antes de ser cliente) deseaba una rehabilitación y ampliación de su casa, pero el estudio de sitio y del usuario mismo, así como su desenvolvimiento en la vivienda, nos llevó al resultado de dignificar su espacio existente, así como brindar versatilidad y amplitud visual al mismo.

Destinada a una familia muy trabajadora, se dispone de un predio con 6.00 metros de fachada y 18.00 metros de fondo. Con un recurso limitado, que amplió los retos creativos del mismo proyecto.

El análisis de contexto permitió depurar elementos que suponen seguridad y conlleva a un sobrecosto, con el cual no contamos. Cita de ejemplos:

• transparencia: hoy en día es significado de seguridad, tenemos visibilidad hacia la primera parte de la casa, es decir, toda persona ajena que se pare al frente de la casa está susceptible de ser observado.
• versatilidad de espacios: el usuario cuenta esporádicamente con un automóvil, por lo que la cochera se vuelve una terraza familiar y vecinal, según sea el caso.

En un solo nivel se desarrolla el programa de la vivienda, con estrategias bioclimaticas activas y pasivas. Como la inclusión de un plafón de madera que mantiene un aislante térmico hacia la losa de concreto existente; para evitar la incidencia a la zona social y el aprovechamiento de los vientos dominantes en constante circulación, debido a la disposición de sus ventanas de norte a sur.