Casa Tepetate es un proyecto de vivienda ubicado sobre un predio cercano a los 1000m2, de planta rectangular, con apenas 20 m. de frente que conviven con un entorno netamente urbano que se va desvaneciendo hasta perderse en una barranca que marca los límites de la ciudad de México. Contiene un programa complejo que supera los 1,200 m2 de construcción y comparte el sitio con tres grandes árboles, una jacaranda y dos gravilleas que sobresalen de una topografía accidentada que baja a partir del nivel de banqueta.

Tres elementos son importantes a la hora de imaginar el proyecto:

1° la presencia y la importancia de esta tercia de árboles obliga a convertirlos en el tema central de un gran patio que se desarrolla y escalona a la par del proyecto.

2° la necesidad de dotar a toda la casa de luz y ventilación natural, a pesar de que se ubica en su mayoría por debajo del límite de calle. Esto hace pensar que el proyecto se debe despegar de las colindancias inmediatas y desarrollarse en su mayoría al centro del terreno. El resultado, es un gran volumen de concreto con planta en forma de cruz latina, en dos niveles principales que generan tres patios y delimitan el área de servicio; cada uno de estos patios cuenta con diferentes orientaciones que van relacionando los espacios interiores con su entorno inmediato.

3° la importancia de respetar la topografía original resulta en una altura de 4 niveles: tres de ellos se desarrollan por debajo de la cota de la calle, y se escalonan conforme el terreno se aleja del acceso principal. Al mismo tiempo que la composición gana altura y presencia conforme se acerca a este extremo en donde convive y se delimita con una barranca natural al poniente del proyecto. El único volumen que sobresale de la planta baja, contiene  todos los servicios y se percibe como un gran bloque de concreto ciego al exterior.

La composición contrasta entre grandes muros ciegos de concreto “enduelado” que se interrumpen para recibir los grandes ventanales que conectan con los patios. Al interior se reafirma el uso de concreto entintado como material principal y es evidente en la estructura aparente del plafón: una infinita serie de esbeltas vigas recorren la casa de extremo a extremo y solo se ve interrumpida por los límites con el exterior.

La importancia de generar espacios siempre en comunión con el exterior se percibe desde el acceso principal, aquí un gran patio interior delimitado por mamposterías en piedra volcánica, une el acceso y la escalera principal con un estudio en el primer sótano, en un recorrido obligado que poco a poco te lleva al interior de la casa.