Memoria Descriptiva

Sobre los cimientos de un diálogo visual, este espacio se alza como testigo de la evolución arquitectónica a lo largo de los tiempos, fusionando la grandiosidad afrancesada de sus fachadas con un interior contemporáneo de diseño contrastante. Su estética moderna y elegante, enraizada en materiales autóctonos como el henequén y la madera de Tzalam, establece un vínculo profundo con las raíces regionales, trascendiendo lo puramente estético para convertirse en una experiencia sensorial única.

Más que cumplir una función física, este espacio aspira a ser un catalizador de sensaciones y emociones. Cada rincón ha sido meticulosamente diseñado para participar en un juego arquitectónico fascinante, donde la interacción entre volúmenes, luz y sombras da vida al alma del diseño.

El bar, destacado núcleo y joya arquitectónica, se erige como una obra de arte dinámica, con cubos de madera estratégicamente dispuestos que crean una estructura visualmente cautivadora. Los hilos de henequén, hábilmente utilizados para envolver columnas y actuar como luminarias imponentes, añaden movimiento y profundidad al espacio, convirtiéndolo en un escenario en constante transformación.

El juego de luces y sombras se convierte en protagonista, tejiendo atmósferas cambiantes a lo largo del día y resaltando la versatilidad del espacio. La culminación visual llega con un muro a triple altura, donde vasijas de barro iluminadas parecen desafiar la gravedad al flotar etéreamente, guiando la mirada hacia un gran ventanal que enmarca el patio central, fusionando interior y exterior en una narrativa visual magnífica.

Curio es más que un espacio arquitectónico; es una experiencia que evoca emociones y deja una impresión duradera. Cada detalle, cada elección, cuenta una historia visual que celebra la identidad regional y proyecta una visión audaz hacia el futuro. Es un viaje arquitectónico que trasciende el tiempo, conectando pasado, presente y futuro en un diálogo continuo de formas, texturas y emociones.