Un paisaje lúdico arbolado, circundado por un borde activo protector…

El diseño apuesta por reactivar el espacio central de la comisaría sub-urbana de Santa Gertrudis Copó y recuperar la superficie invadida por aparcamientos y vialidades, para ello, se decide tomar como referencia, la incorporación de todos los árboles nativos emblemáticos del lugar, y en especial un gran árbol nativo -Brosimum alicastrum- que dictó la ampliación del jardín.

La acción de “minimizar“ el dominio del vehículo motorizado, exige la reducción de la velocidad vial; y permite instaurar, con un mínimo de recursos económicos ($1,750.00 pesos x m2 aproximadamente), un jardín regular, en el que se preserva y regenera, un área verde permeable y sombreada de disfrute colectivo desde el día uno, gracias a los “abuelos árboles” arraigados en el lugar.

A esto, se suma un paseo peatonal circundante, que activa en cada lado una plazoleta para “estar” que responde a diferentes circunstancias singulares:   al Norte, recibe unas bancas de para la espera del transporte público y una bahía de aparcamiento para subir y bajar pasajeros, así como, para carga y descarga temporal;   al Este, contempla unas bancas de “oración” como extensión al sermón de la parroquia, o bien de encuentro posterior a las misas;   al Sur, alberga unas bancas que sirven de “gradas” a la cancha deportiva y un vestigio cívico;   y al Oeste, junto a las viviendas y comercios en vías de consolidación, cobija un área lúdica con juegos infantiles y mesas de picnic.

Este proyecto fue un ejercicio de diseño participativo, integrando a la comisaría y comunidad en la toma de decisiones y, en paralelo, sumando a las autoridades municipales como parte del mismo.  Logrando así, un espacio colectivo, diverso y accesible a múltiples actividades que completan la vida cotidiana del ritual comunitario para la reducción de desigualdades y al derecho de espacios públicos de calidad que propician los cuidados.