En un barrio marginado, como es el caso del Bajío de las Américas en Celaya, con un alto índice de inseguridad al haberse quedado en un espacio negado -física y socialmente- por un muro que lo separaba de la ciudad y sus lugares de encuentro y representación, resultaba evidente que se volvía necesario contrarrestar el desapego y recuperar el sentido del lugar.
La arquitectura tiene la labor de coser, unir y ligar la fragmentación urbana con obras públicas y privadas significativas, abiertas, en las cuales los espacios comunitarios sean apropiados por la población entera sin impedimentos.
En el caso del Museo Parque Ximhai se ha intentado solventar el rezago social y económico de esta parte de la ciudad de Celaya con un equipamiento cultural que ayude a paliar una situación desfavorecida con una oferta educativa, lúdica y recreativa que, eventualmente, reinserte este tejido urbano y sus habitantes en una dinámica sana de apropiamiento y cuidado del espacio público.
Es un espacio abierto a su entorno urbano, ofreciendo grandes jardines y amplías vistas hacia su interior a través de una serie de “parques de bolsillo” creados en sus generosas aceras de manera que estos espacios públicos sean para el disfrute permanente de los vecinos con independencia del horario de funcionamiento del museo-parque.
Todos los diferentes edificios y espacios se generan a partir de crear una nueva topografía que modela el suelo existente, creando taludes ajardinados con vegetación en sus faldas y alojando equipamientos bajo ellos, propiciando recorridos, perspectivas y visuales que generen interés y expectación por practicar la totalidad del lugar, por conocerlo y apropiarlo.
El Museo Parque Ximhai cuenta con una serie de equipamientos y zonas para abarcar todo el espectro de actividades lúdicas y recreativas que la ciudad necesita. Hay una cafetería junto a la plaza central con jardines y fuentes. El edificio del museo es una secuencia de 10 salas-galerías para exposiciones y talleres, así como áreas de oficinas, servicios y bodegas. También hay zonas de juegos infantiles y de picnic, un anfiteatro al aire libre para presentaciones y espectáculos, un centro de desarrollo comunitario con talleres y aulas, servicios sanitarios, zonas de estacionamiento, locales comerciales, así como áreas con amplios jardines, explanadas y plazoletas para su uso y contemplación.
Para la paleta vegetal se han especificado especies endémicas e introducidas de la región, tanto por su adaptación ya demostrada y su bajo costo de mantenimiento y poca necesidad de riego, así como por el servicio ambiental que pueden ofrecer tanto como por su apariencia estética. Todos los taludes ajardinados funcionan como superficies captadoras de agua pluvial conduciéndola a pozos de absorción ubicados en las explanadas de ingreso.
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