Descripción del proyecto
Arquitectura necesaria
El proyecto de Mi Macro Periférico, ubicado en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, consiste en la implementación de un sistema integral de estaciones que dará servicio a una nueva línea de BRT (Bus Rapid Transit, por sus siglas en inglés), que recorrerá todo el anillo periférico de esta ciudad. Se trata fundamentalmente de un proyecto de infraestructura, de una obra pública que ya tan solo debido a su tamaño, tendrá un impacto sustantivo en la vida de la ciudad.
El proyecto que presentamos llama la atención precisamente porque ni se asume solamente como infraestructura, ni pone los acentos en conseguir formas novedosas. Su principal valor consiste en ser radicalmente apropiado. Así, aquello que ha imperado en el proyecto desde su concepción, es el sentido común. El problema a resolver consistía en diseñar un sistema tal que permitiera, mediante el mismo juego de reglas, resolver cuarenta y seis estaciones en contextos diferentes.
Para resolver el proyecto, se planteó un esquema que parte de una lógica elemental muy clara y que podríamos definir como el conjunto de rampa, puente, vestíbulo y estación. Dicho módulo debería ser muy sencillo de construir, debía también pensarse como estructuras que incorporaran el uso de materiales prefabricados (para poder mantener una alta calidad de manufactura y velocidad en la ejecución de la obra), debería ser pensado desde su origen como un proyecto que tuviera muy bajo costo en términos de su mantenimiento (cuyas piezas fueran fáciles de reponer en caso de dañarse) y además, para poder replicarse, debía ser flexible (para ajustarse a las demandas de los diferentes emplazamientos), al tiempo que mantuviera su esencia. Por último, el proyecto debería tener calidad espacial y, por supuesto, accesibilidad universal.
Respecto a su calidad espacial, es importante resaltar que aún cuando la proporción alargada que exige el programa (el módulo de tres metros con sesenta centímetros de ancho —para caber en cualquier camellón del periférico— puede llegar a medir hasta setenta y cinco metros de largo), se ha buscado que la sensación interior sea muy abierta. Con ello en mente, los costados laterales se han resuelto mediante cristal, aspecto que además contribuye a que las estaciones sean más seguras. En el mismo sentido, un aspecto en particular llama la atención respecto a su interior. Nos referimos a que en la cubierta se ha incorporado una línea quebrada —que hace eco de la línea de balizamiento, símbolo universal para las paradas de autobús— debido a que estructuralmente resultó ser la mejor solución y, además, sirve tanto para iluminar como para romper la perspectiva alargada.
En tiempos como los nuestros debemos reconocer aquella arquitectura que nos resulta necesaria. Distinguir y celebrar proyectos que en lugar de hacer alardes geométricos, busquen funcionar correctamente, con lo justo. Proyectos cuya belleza se encuentre en ser apropiados, en donde se evita a toda costa el desperdicio y se valora la buena factura. Proyectos, en suma, cuyo norte sea el sentido común, tal vez el menos común de los sentidos.
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