Memoria descriptiva:
El estrecho hotel se resuelve en tres pequeñas torres que se intercalan con tres pequeños patios plantados con árboles y vegetación, esto permite junto con los pasillos ajardinados de planta baja y los pasillos perforados de las plantas superiores (que son atravesados por el follaje de los árboles) integrar un paisajismo tropical, ofreciendo recorridos memorables en estrecha relación con la naturaleza, además de favorecer ventilaciones cruzadas y un buen aislamiento acústico entre las unidades. El edificio se alinea hacia su colindancia sur para despegarse y abrirse hacia su orientación norte donde resuelve sus circulaciones y se abre para la captación de vientos dominantes por medio de grandes ventanales que aprovechan la iluminación natural indirecta lo cual se traduce en un buen confort climático.
Urbina 65 se inserta en un barrio popular cercano a la zona turística de Mazatlán ofreciendo una experiencia de hospitalidad poco común, rodeado de pequeñas casas, pero muy cercano a avenidas llenas de comercio y servicios. Se conceptualizó como un negocio ligado a la comunidad, donde las personas que lo atienden son vecinos, con quienes en conjunto se trabaja por un mejor entorno, aportando recursos, coordinación y tiempo para la mejora del espacio público inmediato, como la pavimentación de las calles, arborización e iluminación. Después de un año de operación en coordinación con la comunidad logramos que la Dirección de Desarrollo Social y Bienestar pavimentara la calle Tomas Urbina, en el tramo donde se ubica el inmueble.
El sistema constructivo de block en retícula y concreto aparente expresan la geometría que modula todo el edificio y que en conjunto con sus herrerías parten inspirados del entorno inmediato, uno que muestra en algunas ocasiones muros de ladrillo y block visto, así como protecciones de herrería en sus puertas y ventanas, logrando así una integración en el barrio.
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